Si quieres colocar una tarima flotante en Madrid es porque ya has leído las entradas de nuestro blog en las que repasábamos sus ventajas. En este nuevo post nos ocupamos no de sus ventajas, sino de su composición.
Al igual que el parqué laminado, este tipo de superficies están compuestas por cuatro capas. La primera es una contracara de maderas blandas seguida de un core o núcleo de maderas blandas invertida y en tercer lugar encontramos una capa de madera noble. La cuarta y última capa es el barniz. En Gercar te recordamos que todas las capas que acabamos de citar tienen que estar bien equilibradas entre sí. Es la forma de asegurar la estabilidad de la superficie, en este caso de la tarima flotante.
A la hora de instalar, queremos hacer una serie de puntualizaciones. Se la llama “flotante” porque las capas anteriores se colocan sobre una base de espuma de polipropileno o material parecido. Nuestra tarima flotante en Madrid se vale de clics o adhesivos para unir las lamas unas con otras. Es fundamental dejar un perfil de dilatación en todo el perímetro para que la tarima no se abombe. Además, el parqué o la superficie sobre la que se coloca la tarima ha de estar plana para que el resultado sea el esperado y la vida útil de la superficie sea larga. A la hora de colocarla hay que tener en cuenta factores tales como el nivel de humedad de la solera y las paredes además de la humedad ambiental.
